Ps Fabricio Martinez

Honduras Campus Pastor

Un Corazón Conforme al de Dios

La vida de David es una de las más fascinantes de toda la Biblia. Fue pastor, rey, guerrero, adorador… pero también un hombre con debilidades. Lo extraordinario de David no fue su perfección, sino su corazón.
Dios mismo lo llamó: “Varón conforme a mi corazón” (Hechos 13:22).
¿Qué vio Dios en David que lo hizo especial, a pesar de sus fallas?
Hoy veremos tres verdades esenciales que marcaron su vida —y pueden transformar la nuestra.

DISCUSIÓN DE GRUPOS

1. ¿Qué crees que significa realmente ser “conforme al corazón de Dios”? ¿Puedes identificar alguna característica de David que refleje esto?

 

2. ¿Cómo estás cultivando hoy tu intimidad con Dios en lo secreto, como lo hizo David en los campos de ovejas? ¿Qué puedes hacer para fortalecer esa relación?

 

3. ¿Qué “gigantes” estás enfrentando en esta etapa de tu vida? ¿Estás confiando en tus propias fuerzas o en el nombre del Señor?

 

1. Dios no escoge como nosotros: Él ve el corazón

“Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”
– 1 Samuel 16:7

Cuando Samuel fue a ungir al próximo rey de Israel, David ni siquiera fue invitado al evento. Era un joven pastor, ignorado por su propia familia. Pero Dios lo vio.
Lo que los hombres descartan, Dios lo llama.
No necesitas títulos, fama ni perfección. Solo un corazón dispuesto.

Lección: Si te sientes invisible o inadecuado, recuerda que Dios ve lo que otros no pueden ver. Él escoge corazones, no apariencias.


2. La fe se forma en lo secreto antes de mostrarse en lo público

“Tú vienes a mí con espada… mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová…”
– 1 Samuel 17:45

David venció a Goliat no por su fuerza, sino por la fe que había cultivado en intimidad con Dios.
Antes de tener trono, él ya vivía como rey: adorando, creyendo y obedeciendo.
Muchos quieren victorias visibles, pero rehúyen los momentos ocultos con Dios.

Lección: Las verdaderas batallas se ganan en privado. El secreto del poder público es la intimidad privada con Dios.


3. El corazón conforme a Dios se arrepiente con sinceridad

“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia…”
– Salmo 51:1

David no fue un hombre perfecto. Cayó profundamente —deseo, adulterio, engaño, asesinato— pero cuando fue confrontado, no huyó. No justificó su pecado. Se quebrantó.
Esa es la diferencia entre el remordimiento y el arrepentimiento.
El primero es tristeza por ser descubierto. El segundo es dolor por haber ofendido a Dios.

Lección: Lo que hizo grande a David no fue su éxito, sino su humildad para volver a Dios cuando fallaba.


Conclusión

David no fue grande por su corona, sino por su corazón.
Dios no busca personas perfectas; Él busca personas sensibles, obedientes y arrepentidas.
Y si Dios pudo usar a David —con su historia complicada, sus caídas y sus luchas— entonces también puede usarte a ti.

Hoy, el mismo Dios sigue buscando hombres y mujeres conforme a Su corazón. ¿Estás dispuesto a ser uno?

“Lo que escondes, te destruye. Lo que entregas, Dios lo restaura.”

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *